miércoles, 13 de abril de 2016

NADA ES CASUAL

Nada es casual, nada sucede sin una razón, aunque, en la mayoría de ocasiones, no entendamos por qué nos ocurren ciertas cosas. A lo largo de este año son muchas las veces en las que he escuchado, pensado y reflexionado esta afirmación y,  a medida que han ido sucediéndose los acontecimientos, me he ido convenciendo de su verdad.

Cuando me diagnosticaron el cáncer de mama no estaba en uno de los mejores momentos de mi vida, andaba un poco perdida emocionalmente hablando.  Demasiados desengaños laborales, demasiadas expectativas no alcanzadas, demasiada sensación de estar defraudando a todos, demasiada angustia. Sí, ésta era mi realidad por entonces, pero yo no era consciente de ello. Estaba inmersa en mi día a día, en mi agobio, en mis cosas....pero sin pararme a pensar, a analizar de dónde venía ese sentimiento.

Ha sido esta enfermedad la que me está permitiendo el tiempo necesario y la capacidad para poder hacerlo. Es por eso que nada sucede sin una razón. Tal vez yo tenía que enfermar físicamente para poder recapacitar y sanar otros aspectos de mi persona, o para aprender alguna lección de vida....Quizá suene enrevesado....

La decisión de esta última intervención también me dio algún que otro quebradero de cabeza. A priori,  era un paso que tenía clarísimo dar una vez finalizara el tratamiento de quimio, como me habían aconsejado y planteado los médicos por ser portadora de la mutación BRCA 2. En Diciembre, finalizado el tratamiento de quimio y "limpia de todo bicho", se inició el protocolo para la mastectomía bilateral profiláctica: consulta con cirujano de mamas, cirujano plástico, ginecólogo y anestesista.....todo se quedó listo a falta de la fecha. 

Sabíamos que sería después de Reyes, porque así lo pedí, por aquello de pasar una Navidades tranquilas y disfrutarlas con la familia. Pero, a medida que se acercaba el momento, me entraron muchas dudas. Me daba miedo volver al quirófano y estar limitada físicamente, ahora que ya estaba recuperada de todo lo anterior. Me planteaba si sería necesario someterme a esa intervención tan agresiva, aunque ello supusiera bajar la probabilidad de volver a tener otro tumor. Llegué incluso a pensar que quién era yo para decidir mutilar mi cuerpo para evitar algo que, realmente, sólo Dios decide.

¡Pues ya está hecho! 

Ya ha pasado un mes y algo desde la intervención y me alegro enormemente de mi decisión y de no haberla demorado en el tiempo. Ha sido y es duro,....no voy a decir lo contrario, y doloroso y molesto. Los primeros días parecía que tenía una piedra de 100 kg sobre el pecho, me dolía hasta respirar. Con alguna complicación que otra...mi, ya "amigo", hematoma, que casi me lleva a quirófano una tercera vez, sigue conmigo, aunque va desapareciendo muy lentamente. Y la imagen en el espejo......cuesta verte y dejarte ver.

Lo mejor de todo esto, lo extraordinariamente bueno de esto, es que la operación ha permitido eliminar otro carcinoma que ya se había formado, a pesar de haber recibido tratamiento de quimio durante seis meses. ¡Vaya sorpresa! Yo que estaba tan tranquila, pensando que estaba limpia. Pero como me dijo el cirujano en la revisión al darme los resultados : - "si te quedaba duda de haber hecho lo que debías, aquí tienes la razón". 

Por todo esto me reafirmo en pensar que nada ocurre casualmente, todo tiene una razón, aunque no lo entendamos en el momento. ¿Qué habría ocurrido de haber decidido posponer la operación algunos meses? Eso ya no lo sabré y tampoco me voy a preocupar. Doy gracias a Dios, una vez mas, por haber permitido que me mantuviese firme en la decisión, a pesar de todos los pesares.

Gracias Javi por ayudarme con tu alegría, por apoyar mi decisión, por soportar mis miedos, por estar ahí.....por respetarme. Gracias a todos y todas los que habéis estado y estáis a mi lado, aun sin compartir mi decisión.

Otro pasito....ya queda menos. 

Besos a tod@s.






2 comentarios:

COMENTARIO: