martes, 23 de junio de 2015

LA INTENSIDAD DE UN MES

Un poco mas de un mes ha pasado desde la intervención. Un mes rebosante de sentimientos desbordados. Cuerpo y mente en conflicto total y absoluto....tiempo de búsqueda y reflexión.

Podría dividir este período en dos partes claras y evidentes, la física o corporal ....el postoperatorio y la mental....el futuro tratamiento.

La recuperación física ha sido quizás, desde mi punto de vista, lo mas sencillo hasta el momento. Mi cuerpo ha respondido bien a la cicatrización, a la rehabilitación del brazo, sin dolor...en fin, como dicen algunos....de libro. 

Pero la parte mental....esa es mas compleja. Mi mente estuvo muy revuelta durante los días de ingreso en el hospital....contenta por haber pasado ya ese primer trago y asustada por lo que iba a venir.

Habían encontrado alguna que otra sorpresa durante la intervención, que la hizo algo más compleja y larga  No voy a entrar en detalles ....Pero , lo que si es cierto, es que este "imprevisto", hizo saltar en mi pensamiento una sensación de desconsuelo que no había tenido hasta el momento....solo tenía en mente a mi madre y a mis hijos....y una idea clavada: No quiero que mi historia se repita!!! Expresar esto parece fácil.....pero para mi ha sido como un parto.

Antes del alta me hice una lista de dudas para abordar al pobre cirujano, que es un encanto. y me sirvió de mucho. Pues he podido afrontar este tiempo de espera hasta la cita de oncología y comienzo del tratamiento con mayor serenidad, creo. Esta espera es la que realmente te consume.

Yo necesito saber para poder hacer frente a las cosas. La falta de información no me gusta y me crea ansiedad. He leído mucho, he escuchado mucho y me he intentado anticipar a mi realidad futura (cambios físicos...) preparando esa primera cita con el oncologo en la que ya tendríamos nombre y apellidos del "bicho" y en consecuencia tratamiento....ya definido y aclarado...

Tiempo de oración,  reiki  y meditación, de charlas de amig@s, de millones de mensajes de cariño y de mucho amor de familia...tiempo de enriquecimiento, positivismo y de fortalecimiento mental para el primer día de tratamiento.

"A porta Gayola" recibí ese primer miura el jueves pasado y, permitidme esta licencia taurina, pero así es como me sentí realmente. Asustada por la incertidumbre de lo que se me viene encima, pero llena de confianza para plantarme ahí delante. Se que la lidia acaba de empezar y que será larga....pero como dice una buena amiga mía: " Nadie dijo que sería fácil".


Os confieso, que me ha costado mucho poner en orden esta amalgama de pensamientos y enfrentarme de nuevo al papel en blanco...pero qué bien sienta! 

Besos a tod@s!














miércoles, 17 de junio de 2015

UN PUNTO DE INFLEXIÓN

Todos y cada uno de nosotros tenemos en nuestra vida algún "punto de inflexión" , un momento o circunstancia que hace que todo cambie, gire y evolucione. Es posible que tengamos más de uno a lo largo de nuestra vida. Pero yo me refiero al que, cuando llega, hace que tu mundo se tambalee y te pone a prueba.

Pues bien, mi "punto de inflexión" llegó el día en que me confirmaron lo que yo ya me venía oliendo desde hacía días. Tengo cancer de mama.

Mi vida está marcada por esta enfermedad desde mi niñez, y digo marcada porque, aunque se aprende a vivir sin la figura de una madre, esa ausencia siempre está presente y te hace ser diferente en muchos aspectos. Yo siempre me pregunto cómo hubiese sido si mis circunstancias hubieran sido otras...las de mis mismas amigas....que se quejaban constantemente de lo pesadas que eran sus madres, que se metían en todo y no las dejaban vivir!!! Qué afortunadas eran todas...

Esta enfermedad me es familiar desde pequeña y siempre he tenido presente que en cualquier momento de mi vida me "podría tocar a mi", no como una idea que me obsesionara, sino como una posible realidad, sobre todo teniendo en cuenta mi genética....que es de premio gordo!

No obstante, no quiero vivir este proceso en el que me adentro como algo trágico y sin sentido.
Quiero hacer borrón y cuenta nueva a mis fantasmas pasados y encarar esto llena de positividad y fuerza. Tengo muchas cosas buenas en mi vida y tres pilares que nunca fallan: mi familia, mis amigos....y mi Fe en Dios.

Estoy convencida de que de esta experiencia, no sólo se sanará mi cuerpo, sino también mi alma.